Por segundo año consecutivo la licencia social para operar es considerada como el mayor riesgo que enfrenta la industria minera a nivel mundial y dentro de este riesgo, el manejo del recurso hídrico se presenta como el segundo factor más influyente.
En el Perú, si bien la minería utiliza sólo el 1.5% del agua disponible, ésta representa más del 65% de los vertimientos de aguas residuales industriales autorizados.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (Garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el saneamiento) tiene como una de sus metas el aumentar considerablemente el uso eficiente de los recursos hídricos en todos los sectores y asegurar la sostenibilidad de la extracción y el abastecimiento de agua dulce para hacer frente a la escasez de agua y reducir considerablemente el número de personas que sufren falta de agua.
Las empresas mineras y aliados buscan tecnologías que consideren uno o más elementos de valor en su propuesta.
Tecnologías que permitan medir: i) uso de agua, ii) pérdidas de agua por evaporación, filtraciones y/o atrapamiento en el relave, iii) variables de cantidad y calidad en función a las cuencas de abastecimiento.
Con enfoque en economía circular que permita maximizar las veces que se mantiene el agua en el circuito, reusándola y admitiendo otro tipo de agua, como aguas freáticas.
Que incorporen diagnóstico de balance de aguas con enfoque de cuenca y proyección de cambio climático.
Enfocadas en la reducción del consumo y pérdida (como la evaporación del agua).
Alineadas a la normativa peruana, que faciliten/habiliten el trabajo conjunto con el ANA.
Que aseguren la calidad de agua en el vertimiento y post operaciones de manera sostenible.
Que aprovechen las diferentes fuentes de agua, siendo eficientes en la captación de agua y/o que aprovechen aquellas que puedan estar subvaloradas.
Que tengan una visión multisectorial (incluyendo por ejemplo al sector energético y/o agrícola y/o territorial (incluyendo no solo a la mina, sino las fuentes de agua y área de influencia directa e indirecta).
Se busca que el sector minero contribuya con la gestión integrada de recursos hídricos (GIRH) debido a que el grado de estrés hídrico en cuencas se viene incrementando. Esto se debe no solo al crecimiento de las actividades sociales y económicas, sino también la baja eficiencia en la gestión de la demanda hídrica, la baja calidad de los recursos hídricos, la alta vulnerabilidad al cambio climático, la débil gobernanza en la gestión del recurso, aunado a la asimétrica distribución del agua en cantidad y oportunidad en el territorio nacional.
Una de las metas para el 2030, en el marco del Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (Garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el saneamiento) es el de implementar la gestión integrada de los recursos hídricos a todos los niveles. Los enfoques integrados ayudan a coordinar el desarrollo sostenible y la gestión del agua para todo el espectro de usuarios y/o actores involucrados: comunidad, agricultura, industria, minería, junta de usuarios, MINEM, MINAM, MIDAGRI, ANA, gobiernos locales, entre otros.
Las empresas mineras, actores del Estado y gremios/asociaciones buscan modelos/mecanismos y/o sistemas que consideren uno o más elementos de valor en su propuesta:
Contribución en la implementación de los Planes de Gestión de Recursos Hídricos de Cuenca instrumento público vinculante que tiene por finalidad alcanzar el uso sostenible del recurso hídrico, asimismo, el incremento de las disponibilidades de agua en corto, mediano y largo plazo, en armonía con el desarrollo nacional, regional y local. Actualmente se cuenta con 6 planes culminados de la vertiente del Pacífico que son: Tumbes, Chira-Piura, Chancay-Lambayeque, Chancay-Huaral, Quilca-Chili y Caplina-Locumba y en proceso de actualización los planes de la vertiente de Amazonas que son: Mayo, Pampas, Vilcanota-Urubamba y Mantaro.
Visibilizar no solamente acciones estructurales sino también no estructurales, orientadas a contribuir en promover una cultura de gestión del agua, considerando la diversidad cultural de las poblaciones costeras, andinas y amazónicas, por ej. Fundación Los Andes en Cajamarca, tiene la iniciativa del Museo de Agua y Tierra Interactivo (https://www.losandes.org.pe/museo-de-agua-y-tierra-interactivo/).
Poner en valor información abierta (open data) de forma transparente con foco en la generación de confianza y sensibilización de usuarios y/o actores involucrados.
Enfoque circular.
Soluciones en zona costera.
Visibilizar la contribución en la gestión hídrica y su aporte en la cadena de valor, a través de información amigable para las comunidades y otros actores locales.
Considerar los roles en la gestión participativa: i) Estado como el gestor del recurso hídrico y ii) empresas privadas (mineras y de la industria) como colaboradores estratégicos para la gestión e implementación de soluciones.
Incluir información amigable para las comunidades.
Análisis y puesta en valor de mecanismos ya existentes como los Consejos de Cuenca.
Sistematización/centralización de información climatológica e hidrológica de todas las estaciones (públicas y privadas) para la toma de decisiones, de preferencia en tiempo real.
Homologación y validación de información pública como la del Observatorio del Agua del ANA, Datos Hidrometeorológicos de SENAMHI, entre otros.
Gestión de riesgos ante cambios climáticos (siendo la zona más afectada por la escasez hídrica la zona costa sur).
Fuentes de agua como unidad base y oportunidad en la ampliación de información sobre éstas.
La regulación nace para corregir fallas de mercado como presencia de externalidades, existencia de bienes públicos, fallas de competencia, asimetría de información, entre otros. A su vez, es una herramienta clave de gobierno para alcanzar metas sociales, económicas, de medio ambiente, entre otras. Buscamos soluciones que faciliten los procesos de regulación generando valor para el Estado, el territorio y la empresa minera.
Las empresas mineras y actores del Estado buscan modelos/mecanismos y/o sistemas que consideren uno o más elementos de valor en su propuesta:
Homologación y validación de información pública como la del Observatorio del Agua del ANA, Datos Hidrometeorológicos de SENAMHI, entre otros.
Incentivos que vayan más allá del reconocimiento y pongan en valor las buenas prácticas de gestión para la simplificación de procesos. Actualmente el ANA tiene el Certificado Azul.
Poner en valor información abierta (open data) de forma transparente con foco en la generación de confianza.
Cómo incluir las tendencias tecnológicas y la participación y colaboración de la empresa privada (benchmark internacional) para mejora de la normatividad existente, promoviendo proyectos y generación de valor compartido. En esa línea, se podría hablar un escalamiento de la gestión corporativa del agua, esto es, facilitar que la empresa minera gestione los riesgos hídricos como parte de la estrategia de negocio con innovaciones que le permitan evaluar, monitorear y reducir la huella hídrica en sus operaciones, pero que a su vez vinculen en su modelo de negocio a la cadena completa: socios, proveedores, colaboradores y clientes/beneficiarios con la reducción de los impactos que generan al recurso hídrico y generar espacios de gestión colectiva.
Revisa las infografías de las mejores prácticas en gestión de recursos hídricos en minería identificadas por el Grupo Técnico Multiactor del Centro de Convergencia y Buenas Prácticas Minero-Energéticas -Rimay