Marife Jara Yllanes y Jesús Malpartida son dos jóvenes arquitectos de Huánuco que buscan reducir el friaje en zonas altoandinas con una innovadora y ecoamigable alternativa como las ecoplanchas de coronta de maíz, que compran a los campesinos de la zona.
Conversamos al respecto sobre este emprendimiento social, que es uno de los diez finalistas de PERUMIN Inspira, premio que el desarrollo sostenible de las poblaciones que se encuentran en la sierra del Perú.

¿Cómo surge este emprendimiento?

Una de las problemáticas más grandes de nuestro país es el déficit de viviendas, la tala de árboles y la contaminación ambiental. Las viviendas rurales presentan graves problemas en el confort y bienestar térmico ya sea por la economía o la falta de conocimientos ambientales. Por otro lado, con la llegada del  Covid-19 se perdió la vida de muchas personas vulnerables con enfermedades respiratorias agudas o crónicas. Es en este contexto que surge nuestro emprendimiento.
¿Con cuántas comunidades vienen trabajando a la fecha?
Estamos trabajando con 3 comunidades. Trabajamos con la comunidad de Shogosniog -pertenece al pueblo de Colpa Alta-, Santa María del Valle y Tantamayo. Lo que estamos haciendo es recolectar las corontas, vamos a sus lugares donde se encuentran ubicados estos agricultores y brindándoles un apoyo económico nos brindan sus corontas, apoyando y dando una ganancia extra a los residuos de sus cosechas de maíz.

¿En qué consiste su emprendimiento social?

Nuestra propuesta arquitectónica consiste en la construcción de viviendas ecoamigables mediante la elaboración de las ecoplanchas hechas de la coronta del maíz molido y mezclado con otros aditivos naturales, facilitando así el armado de módulos para viviendas prefabricados y forrado de paredes en viviendas de tierra, mediante el diseño de planos arquitectónicos permitiendo su confort térmico dentro del hogar.

¿Por qué utilizar la coronta de maíz?

Es que permite almacenar el calor durante el día para ser usados por la noche ayudando a mantener el confort térmico para cada usuario en los diferentes ambientes. Asimismo, las ecoplanchas tienen diferentes usos como para la elaboración de muebles, reemplazando la madera con la coronta, también se puede utilizar para los techos ya que cuenta con aditivos especiales dándole un valor agregado de ser impermeable.  

¿Qué se busca con este emprendimiento social?

Este proyecto busca usar las materias primas propias de la zona y darle un valor agregado a las cosechas de los agricultores, ya que actualmente la coronta es quemada contaminando el medio ambiente, con nuestro producto construimos módulos de viviendas prefabricadas, forrado de paredes interiores de viviendas de tierra, muebles y techos, para brindar a las comunidades un bienestar de confort térmico.

¿Quiénes conforman su equipo de trabajo? 

Actualmente el equipo de Eco Planchas RCC está conformado por cinco personas: Kinder Malpartida Miraval, Marife Jara Yllanes y tres trabajadores más que están apoyando este emprendimiento. Nosotros somos jóvenes arquitectos y tenemos el conocimiento para poder realizar lo que viene ser planos, diseños y también poder capacitar a los pobladores, para tener estos mobiliarios o módulos también para lo que vienen a ser las zonas altoandinas.

Es una manera también de contrarrestar la tala de madera en el país…

Sí, justamente nuestro proyecto busca reemplazar la madera, porque en nuestra ciudad 750 hectáreas son taladas al año. Queremos reducir en un 40% esta tala reemplazando la madera por la coronta en la elaboración de muebles. Por cada cuatro muebles que construimos se salva un árbol.

¿Cuáles han sido los resultados obtenidos tras el uso de la aplicación?

Los resultados han sido óptimos, por el momento estamos construyendo pequeños muebles, los cuales se han ido vendiendo de manera paulatina mediante pedidos. Así mismo se han realizado contratos con algunas familias del centro poblado del anexo Shogosniog implementando el forrado de sus viviendas. Por parte de unas familias que se ha implementado el forrado, han manifestado que cuentan con ambientes más confortables y térmicos.

 
¿Qué metas o proyecciones tienen con este emprendimiento social?

Las metas que nos proyectamos a largo plazo es lograr llegar y ayudar a más comunidades agrícolas con nuestro producto implementando sus viviendas y haciéndolas más confortables, además de ello, mediante sus agro residuos de la cosecha maíz pueden tener un ingreso económico extra, ya que al llegar a más comunidades obtenemos mayor cantidad de materia prima y así lograr fabricar más nuestras eco planchas.

¿Qué expectativas tienen con la participación en PERUMIN Inspira?

Las expectativas que tenemos en equipo es la oportunidad de hacernos visibles y que más personas conozcan nuestro emprendimiento, que como arquitectos podemos realizar cambios de ayuda para disminuir la huella ambiental generando apoyo social a los agricultores de nuestra región.