La pandemia de COVID-19 constituye el reto sanitario más difícil en la historia de nuestro país, afectando principalmente a la población más vulnerable, por ello las empresas mineras se sumaron a las autoridades en la lucha contra esta enfermedad, contribuyendo con distintas acciones en las zonas donde realizan sus operaciones extractivas, como se ha venido analizando en las distintas conferencias de Rumbo a PERUMIN.

Una de estas empresas fue Sociedad Minera Cerro Verde, quien asumió, desde el primer momento, el compromiso de apoyar a la población de Arequipa y del resto del país. Algunos de sus aportes más importantes fueron el cofinanciamiento de los gastos logísticos del primer embarque de vacunas adquiridas por el Estado, que permitió trasladar un millón de vacunas; del mismo modo, participó junto a otras empresas asociadas a la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), en el suministro semanal de 1,000 toneladas de oxígeno medicinal a los hospitales del país.

Como parte de su estrategia de fortalecimiento al sector Salud de Arequipa, la empresa minera entregó a las autoridades regionales una planta de oxígeno para el Hospital Honorio Delgado, con una capacidad nominal de producción de 720 m3 por día, lo que se complementó con la donación de 390 balones de oxígeno, válvulas reguladoras y accesorios a dos hospitales y centros de salud.

Asimismo, Cerro Verde implementó con equipos de última tecnología el Laboratorio Regional de Arequipa para aumentar la toma de pruebas moleculares; además, posteriormente aportó, a través de la SNMPE, con la compra de medio millón de kits de diagnóstico de COVID-19.

Otro de los aportes realizados se enfocó en garantizar las medidas de bioseguridad de los profesionales de la salud, financiando, durante 6 meses, su transporte hacia los hospitales y centros asistenciales de Arequipa.

De otro lado, con el fin de mitigar los efectos de la pandemia en el sector agrícola, Cerro Verde elaboró un plan de reactivación que apoyó con asistencia y soporte técnico a 1,340 agricultores, a los que se les entregó 2,901 kilos de semillas (12 variedades de cultivo distintas) y equipos como motocultores, sembradoras y trilladoras. Asimismo, se organizaron ferias itinerantes que permitieron que 130.500 visitantes pudieran comprar productos agrícolas, cumpliendo con todos los protocolos sanitarios y generando nuevamente dinamismo económico en el sector.