La compañía de salud impulsa un modelo sostenible que combina energías renovables, medición integral de su huella de carbono y programas sociales.

En una región marcada por brechas de acceso a la salud y crecientes desafíos climáticos, Auna —con presencia en Perú, Colombia y México— transforma la forma de entender el cuidado de la salud con un modelo que evoluciona de “curar” a “cuidar”. Con este propósito, su estrategia de sostenibilidad, basada en la gestión ambiental, el impacto social y el buen gobierno, busca reducir las brechas sociales y ambientales y consolidar al sector salud como agente de cambio.

En línea con este compromiso, la Clínica Auna Arequipa (Vallesur) se convirtió en la primera de la ciudad en obtener la certificación International Renewable Energy Certificate (I-REC), que verifica que, entre febrero y diciembre de 2024, una parte significativa de su consumo eléctrico provino de fuentes 100% renovables. El 6,02% de su consumo anual —equivalente a 1.184,7 MWh— procede de energía limpia, una cifra comparable al consumo anual de 658 hogares peruanos, según estimaciones del Ministerio de Energía y Minas.

Este esfuerzo se extiende a toda la red de Auna. En 2024, la compañía midió el 100% de su huella de carbono en todas sus sedes de Perú, Colombia y México, siguiendo los estándares del GHG Protocol e ISO 14064-1, un paso clave para contar con una línea base sólida que oriente sus acciones de mitigación y adaptación frente al cambio climático.

Por otro lado, Auna reafirma su compromiso con el impacto social. En 2024, sus programas sociales beneficiaron a 84,143 personas a través de diversas iniciativas, que van desde operaciones quirúrgicas gratuitas en Medellín y mamografías sin costo en Monterrey y Lima, hasta campañas regionales de donación de sangre. Además, Auna entiende que su propio equipo es un pilar fundamental del sistema de salud y, por ello, ha impulsado un robusto Programa de Salud Mental, que ha impactado en miles de trabajadores.

Con estas iniciativas, Auna demuestra que las empresas del sector salud pueden liderar la transición hacia modelos sostenibles, generando impactos positivos tanto en el bienestar de las personas como en el cuidado del planeta.