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Lima, 17 DE NOVIEMBRE DE 2022 Actividad minera en formalización es una oportunidad de innovación tecnológica y responsabilidad social empresarial

El gerente del Programa MAPE de la organización Solidaridad, Mauricio Winkelried, defendió que la minería pequeña y la minería artesanal deben ser entendidas como una oportunidad de innovación tecnológica y responsabilidad social corporativa que podría impulsar la gran y mediana minería formal, por sus conocimientos técnicos y capacidad de financiamiento.

Durante su participación en Rumbo a PERUMIN – Edición Centro, destacó que la actividad minera en proceso de formalización es una de las principales columnas para el sostenimiento de la economía del interior del país, tomando en cuenta que aproximadamente 600 mil personas dependen de esta actividad, tanto operadores como proveedores y familias rurales.

“La minería ilegal debe ser erradicada, pero no la minería que tenga voluntad de formalizarse o esté ya involucrada en el proceso, pues es la principal fuente de ingresos para un importante sector de la población. Así que debemos crear los mecanismos que aceleren o faciliten su formalización a fin de que se convierta en una actividad responsable y sostenible”, indicó.

Para Mauricio Winkelried, quedó demostrado que estigmatizar a la pequeña minería y minería artesanal como actividades parias o tratar de aislarlas no ha traído ningún resultado ventajoso; por el contrario, ha desconcentrado a las autoridades encargadas del proceso de formalización de su verdadero objetivo, destinando recursos, equipo y tiempo en labores sinsentido.

“En 2019, el Estado peruano destinó cerca de S/ 100 millones en actividades de erradicación de la minería ilegal, mientras que en el mismo periodo, destinó cerca de S/ 20 millones para promover la formalización de la minería, es decir la quinta parte. Y a la fecha, solo se cuenta con poco más de 10,000 mineros formalizados. Algo no se está haciendo bien”, precisó.

Por su parte, el consultor corporativo de SRK Consulting, Antonio Samaniego, coincidió en que se están gastando demasiados recursos económicos del erario público en desterrar a la minería informal, cuando lo que se debería hacer con este dinero es empoderar a las direcciones regionales de formalización minera con mejores competencias en la materia.

“Tenemos que impulsar  la actividad minera formal y moderna en nuestro país, desde la gran hasta la pequeña minería y minería artesanal, ya que la industria en sí es una poderosa fuente de recursos económico, como el canon y las regalías, y ambas son el principal sustento del presupuesto público para obras y proyectos de bienestar público en las regiones”, sostuvo.

Para concluir, exhortó a los operadores mineros en vías de formalización a seguir cumpliendo las disposiciones reglamentarias en materia social y ambiental, pues el quebrantamiento de ambos factores muchas veces desencadena malentendidos con las comunidades y retrasa el proceso de formalización al punto de llegar a ser suspendidos o retirados de la misma.

Boletín PERUMIN 36

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